Maneja tu dolor y tu coraje
Actualizado: 4 may 2021
Los eventos relacionados con la muerte de la joven Keishla Rodríguez y su presunto asesinato ponen de relieve la forma en que manejamos el dolor y el coraje.

Imagen recuperada de: Creative Commons Only
Por: Wanda Pérez Carcador
Algunas de nuestras respuestas anímicas tienen que ver con nuestro temperamento, pero muchas de nuestras respuestas a los acontecimientos en nuestras vidas los hemos aprendidos y ellos son condicionados por nuestras experiencias de vida y las estrategias que usamos para sobreponernos a la adversidad.
Ante situaciones de desavenencias con los que nos rodean, cada ser humano tiene su única y personal forma de manejarla. Sin embargo, nuestros círculos de apoyo y las experiencias previas que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas pueden contribuir a la toma de decisiones sobre la forma en que manejamos nuestros problemas o situaciones de la vida diaria.
Cuando ponderamos la madurez emocional de las personas a nuestro alrededor en nuestro diario vivir, en muchas ocasiones nos percatamos de que todos tenemos familiares y conocidos que en medio de una situación que les generan mayores estresores de lo esperado, no reaccionan de la forma esperada o deseada por nosotros. Ello nos van dando señales o indicios que nos ayudan a tomar decisiones sobre la deseabilidad de contar de manera prolongada con dichas personas en nuestras vidas. Sin embargo, vemos con frecuencia a mujeres y hombres que se empecinan u obsesionan con contar en sus vidas con personas que luego de conocerlas y estar en contacto con ellas por tiempo prolongado realmente no demuestras con sus acciones que les estén dando valor a tu presencia en sus vidas.
Cuanto daño nos hacemos al perpetuar en nuestras vidas a personas que no saben valorarnos o a las cuales les damos valor por las razones equivocadas (dinero o fama). Ello nos ocurre en los trabajos y debemos mantener a una distancia razonable a x o y persona para que no nos afecte en nuestro trabajo y la percepción que puedan tener otros sobre nuestra labor e incluso nuestra capacidad para relacionarnos en ámbitos tales. Ciertamente, en ocasiones podríamos tener todas las herramientas emocionales o personales a nuestro alcance y el dolor o el coraje nos llevan a actuar de formas inesperadas para muchos y que dañan la reputación que con tanto cuidado hemos conservado.
Al exponer nuestra intimidad a terceras personas nos estamos arriesgando a ser auténticos en el ánimo de buscar un crecimiento de alguna índole, pero mediante tal exposición que revela nuestra identidad podríamos tener como respuestas a nuestro obrar reacciones emocionales de las cuales no somos responsables y que son producto de nuestras decisiones de vida (decidir ser madre, envolverme en una relación, etc.).
Son tantas las decisiones que debemos tomar en nuestras vidas y las tomamos en la creencia de que todo cuanto hacemos nos dará por resultado dar un paso adelante. No siempre nuestras decisiones nos conducen a un éxito personal o profesional. Entonces, ¿Cuándo es momento de buscar ayuda o consejo? Tener independencia económica y éxito no siempre conlleva la responsabilidad necesaria para afrontarla.
Mediante esta reflexión, esta servidora no pretende poner nombre y apellido a las circunstancias aconteciendo en la vida de Keishla y de Verdejo porque las circunstancias que ambos estaban pasando solo son conocidas por sus protagonistas.
Sin embargo, como educadora, como hermana, hija, tía, prima o cualquier otra posición que podamos ocupar en nuestras vidas, es importante que reflexionemos sobre la situación acontecida y ocupemos por un instante la posición de cada una de las partes involucradas en estos hechos. La chica asesinada puede ser su hija, pero el hombre que puede obtener una pena de muerte también podría ser uno de sus hijos. ¿Cuánta comunicación existe hoy en día en su hogar y cuanta confianza tendría uno de sus hijos o hijas para decirle que fue al punto de drogas de la comunidad y que es un usuario de drogas?
Según María Belaval de Cestero, autora de un libro de bolsillo con fines terapéuticos que llamó “Mi propia terapia”, “la irritabilidad surge cuando el sistema nervioso de una persona se irrita y en algunas personas se excita con facilidad y responden con una reacción de coraje más fuerte que otros”. Ello tiene que ver con una pobre tolerancia a la frustración. El temperamento solo se puede modificar mediante el desarrollo consciente del carácter. Según la autora, el coraje y el dolor son mensajes internos que nos avisan que:
1. Debes reflexionar y enfocarte para encontrar una respuesta interna a lo que sientes
2. Estas herido y necesitas comunicarte con alguien que verdaderamente pueda asesorarte.
3. Tienes necesidades insatisfechas urgentes que debes atender.
4. Alguien puede estar violando tus derechos y debes ponerle un límite.
5. Eres víctima de una injusticia y no puedes permitir que ello se prolongue por tiempo indefinido.
6. Necesitas aclarar tus miedos para aprender a confrontar tus problemas con mayor asertividad.
El coraje con frecuencia es usado para manipular y controlar a los más débiles para que estos se aíslen y tomen decisiones inadecuadas. Las consecuencias del coraje pueden ser muy dañinas para nuestras vidas y relaciones futuras. Según mencionado por María Belaval de Cestero, el autor del libro llamado “Una llamada de amor” dice que: “Todo acontecimiento doloroso encierra una semilla de crecimiento y liberación”. Esperemos que el desafío de este evento trágico de Keishla y Verdejo nos ayuden a todos los puertorriqueños a conocernos mejor y buscar conocer mejor a aquellos que pretendemos acercar al círculo íntimo de nuestras vidas. De seguro contamos con muchas relaciones en nuestras vidas que deben ser reevaluadas y aún no nos hemos percatado de ello. ¡No esperes a que sea demasiado tarde!
Referencias:
Belaval de Cestero, M. Mi Propia Terapia. Aprende a relacionarte para Ser Feliz. Todos
los Derechos Reservados. Impreso en Colombia.