Crónica: La apertura del centro comercial Plaza del Sol
Escrito: Paola M. Maldonado Santana
Editado: Vianca L. Nolasco Forty

(Foto por El Nuevo Día)
Desde que abrieron los centros comerciales aquel primero de junio del 2020, todos los empleados estaban nerviosos por la clientela que se diera cita a los diferentes centros. Al llegar a los predios de Plaza del Sol, se sentía un ambiente de angustia. Luego, lo que se procede es estacionarte en el multipiso, el cual es solo para empleados hasta las 10:00 a.m. de lo contrario; Buena suerte buscando un buen lugar para estacionarte. Verás luego una entrada que grita “SOLO PARA EMPLEADOS” ; después de hacer todo el proceso, un guardia de seguridad te dispara con el termómetro para verificar la temperatura. Cuando ellos, los guardias, y la temperatura decidan si entras o no tienes que lavarte las manos por 20 segundos en un lavamanos que colocaron recientemente por los almacenes de Kókomo y Journey’s. Al adentrarse por el pasillo “1B” verás los carritos de los empleados de mantenimiento y algunos militares; los cuales se desbordan en el centro comercial, parece que a todos los “activaron”; casi ni se puede caminar por ellos.
Al momento de salir del pasillo del terror, verás las tiendas aún cerradas con algunos empleados adentro; preparando sus tiendas para acoger a la clientela que pasará más de 5 veces en el día por el local, ya que no salían desde hace 3 o 4 meses. El suelo tiene unas flechas pegadas que indican por donde tienes que dirigirte; las cuales se sienten tristes, ya que son ignoradas por la audiencia que se encuentran en el “mall”. Cabe destacar que la mayoría de las personas siguen las indicaciones, pero los demás prefieren ‘Vivir La Vida Loca’.
Al llegar a la tienda de ropa playera, es igual el proceso que al inicio, temperatura, lavada de manos. Desde días antes te dicen cuál será tu puesto para que te vayas preparando mentalmente. Los puestos del demonio, como algunos los consideramos es la puerta para dar la bienvenida y la cajera; ¿Por qué se les llaman así? Tenemos que utilizar guantes, el famoso “Shield Faces”, junto a la mascarilla, un radio y llevar un conteo de personas que entran a la tienda. ¡No es fácil!
Cada 20 minutos los empleados se tienen que lavar las manos y cambiar los guantes. Esos minutos son vida, ya que es cuando te puedes quitar la mascarilla y todos los “motetes” que tengas contigo; minutos de liberación. Se han logrado ver personas que van toda la semana para comprar; creo que van de tienda en tienda para ver qué pueden comprar al siguiente, y el que sigue; y el que le sigue. Las personas mayores son las más que van; no los jóvenes, ni los padres. Tantos comentarios negativos hacia los jóvenes y ellos, los de edad avanzada, son lo más que se exponen.
Ya para la fecha de hoy, dos semanas abiertos y aún hay personas que no se acostumbran a la situación, a estos me refiero a los empleados. No están acostumbrados a estar con las mascarillas; ni hablar tan alto, se fatigan. Esperemos que la situación se mejore, pero no abriendo los comercios todos los días. Según el administrador del centro comercial, Francis González dice que en tan solo el primer día superaron la meta del día, el cual no se esperaba que se venciera.